En punta de pies quiero alcanzar tu frente con mi boca e impedir que los segundos se roben la sensación de calidez en mis labios. Sonrío. Te beso y traspaso la piel hasta diluirme en tus venas. Soy gota de sangre que se pierde en el calor de la corriente. Me extiendo en ti, en tu cuerpo, en tus entrañas. Navego hacia tus ojos para observar a través de ellos e impregnarme de su perspectiva. Pero me expulsas en una lágrima que se evapora antes de caer al suelo. No pierdo tiempo. Me transformo en la ínfima partícula de polvo que inconsciente inhalas y se anida en tus pulmones. |
Bonito!
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